C H A N S A N T I A G O

Tuesday, June 12, 2007

DE LOS LIPIGAS Y CHOFERES

Bueno hace días que no escribo acerca del chansantiago y lo complejo de su estructura, existencia y futuro, pero hoy quiero homenajear y también señalar algunas cositas respecto a dos personajes claves dentro de todo este proceso, los chicos LIPIGAS y los OPERADORES (vulgo choferes), pero quienes son, que características tienen hoy, aquí les va una reseña de ellos.



Los Lipigas, quienes son ellos pues bien son todos estos asistente, ayudantes, corraleros y voceadores de recorridos que el Transantiago contrató y vistió con llamativas poleras y corta vientos amarillos para ayudar a los sufridos pasajeros del sistema de locomoción colectiva, o sea a nosotros, desde el primer díqa de operación se destacaron en el paisaje urbano de paraderos, inicialmente señalaban a los pasajeros el recorrido, por donde pasaban los nuevos recorridos y enseñaron a usar el famoso y ya desprestigiado e inútil mapa de recorridos, explicando lo que era un TRONCAL, que no es un tronco grande, y lo que es un ALIMENTADOR, que tampoco es una persona que da alimentos, ellos fueron mas útil que la pagina web del transantiago que no ha sabido dar la ruta exacta para llegar siquiera a la esquina de la casa.



Con el tiempo evolucionaron y les colocaron CORNETA, vulgo megáfonos, para informar a los pasajeros que el recorrido i01 se toma en tal paradero, que la 506 en el otro y cosas así, en los paraderos con zona paga son quienes controlan el libre acceso a las zonas, que la gente marque su pasaje y los que descienden salgan por la salida, obvio.



De que han sido un aporte, lo han sido, aún que en muchas ocasiones sus anhelos de orden han sido sobrepasado por la masa de gente anhelosa y desesperada por subir a un medio de movilización que nos prometieron sería distinto al sistema anterior y que en la práctica no ha sido mejor del todo, los Lipigas nos han ayudado a orientarnos y ordenar nuestros impulsos, ojalá que la baja de personal no sea mayor a lo ya sucedido a fines de mayo en la que pasó a retiro el 25% de la dotación de estudiantes y trabajadores que han ayudado a miles de infelices santiaguinos a transportarse por esta urbe cada vez más grande y difícil de transitar.





Los Operadores del transantiago, vulgo choferes, a ellos si que les debía cambiar la vida, y en parte lo han hecho, pese a que con el cambio de dueños de las micros perdieron garitas dignas y hoy se encuentran habitando carpas, casas prestadas o simplemente dentro de las mismas máquinas, lo vi en las noticias matinales de canal 13, esa es la parte menos buena, ya que por otra parte hoy ya no corren detrás de los pasajeros pese a la intención actual de que lo vuelvan a hacer traspasando la responsabilidad del manejo y control de subida y bajada de pasajeros cuando por ley ya se les asigno como función única la conducción de las máquinas que a todo esto son unos monstruos que pesan demasiado además de transportar "carga" viva que junto a la conducción de líquidos son los transportes mas complicados de todos, pero hoy ya no corren tanto solo para cumplir los horarios impuestos a los recorridos entre punto y punto.

Otro punto a favor es que por fin ganan un sueldo fijo, aunque eso no sea tan cierto ya que en su oportunidad postulé a Alsacia Express y nos explicaron que el sueldo se componía de un 80% fijo y un 20% de producción ósea, "boleto cortado" y eso regía para el Gerente General como para el auxiliar de los terminales, pero lo importante es que los operadores ya no corren por hacerse un sueldo.

Hoy los choferes están evolucionando, hoy ya no son los desaliñados y guatones de antes hoy usan uniforme aún que siguen siendo guatones, el trabajar sentados no es el mejor ejercicio par a los gordis.


En fin, son personajes urbanos que han surgido de esta nueva experiencia del Transantiago, unos para quedarse y otros no lo sabemos, ojalá que sigan ya que con la conciencia de aprovechar la oportunidad si alguien no controla a las masas, la evasión del pago va a ser nuestra peor pesadilla, necesitamos a los lipigas para controlarnos y los operadores para llevarnos.